domingo, 21 de julio de 2019

Insólita materia para la trazabilidad de un Coaching.










Aunque no sea participar en  un libro.
Éstos y otros casos han sido insólitos, porque generalmente
un  proceso de Coaching no tiene como objetivo
la exposición pública.
Pero, ¿cómo debilitar la fortaleza de una persona
que ha resuelto comunicar a otr@s su liberación?

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* 2 484 07 97 (martes, viernes y sábados de 12.00 a 16.00 hs.)
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jueves, 4 de julio de 2019

Nuestra bienvenida a Hilo de Seda _ Coaching Emocional



LA CASA DE HUÉSPEDES

El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad.
Cierta consciencia momentánea llega
como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
que vacían tu casa con violencia
aún así, trata a cada huésped con honor.
Puede estar creándote el espacio
para un nuevo deleite.
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
recíbelos en la puerta riendo
e invítalos a entrar.
Sé agradecido con quien quiera que venga
porque cada uno ha sido enviado
como una guía del más allá.

RUMI
Yalal ad-Din Muhammad (1207-1273)





Para presentarnos, podríamos haber elegido tantas portadas... Pero ninguna más adecuada que este poema del fascinante filósofo persa RUMI.

¿Por qué? Porque resulta un sugestivo, coincidente y verdadero emblema de este proceso conocido como Coaching Emocional.

El Coaching es un método, un procedimiento, una herramienta de autodescubrimiento, en fin, una guía, para dar un salto cualitativo en alguna faceta de nuestra existencia erosionada por la rutina, minimizada por indiferencias, magullada por heridas invisibles, hambrienta de satisfacciones básicas, coartada en su derecho a la ley natural de la transformación o, en otros términos, a la aceptación de la vida como una rueda que gira a impulsos de la CRISIS. 

“Crisis”, palabra hija de la necesidad irrefrenable del mundo griego antiguo por moldear, en forma léxica, todo acontecimiento; “crisis” se refería, y lo sigue denotando, al momento preciso en que se siente la urgencia de abandonar una situación vacía ya de contenido significativo, sea por circunstancias externas o internas; “crisis” que entonces implica adoptar una decisión para construir otra realidad. No obstante, esa nueva realidad será efímera porque el estado de crisis es inherente a la naturaleza humana.

Ya lo plasmó Franz Kafka en 1918: “El camino verdadero pasa por una cuerda que no está tendida en lo alto, sino muy cerca del suelo. Parece hecha más para tropezar que para andar por ella”.

Admitir esos tropiezos requiere un alto grado de disposición al ejercicio de concientización y al reconocimiento de una práctica imprescindible como la que Víctor Frankl formula así: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio camino.”







En general, timonear en forma asertiva el pasaje a otro camino es un acto complejo para consumarlo en solitario. Pero si esa actitud personal se respalda en la ética y la solvencia profesionales, el salto cualitativo será ágil, intenso y edificante. Tan comprometido propósito es el que nos ha animado siempre, análogo al delicado fin que persigue quien al Coaching se aproxima.


Nuestro mutuo y esencial punto de apoyo será el Lenguaje. 

El biólogo Humberto Maturana, ampliamente acreditado en el campo científico, sostiene: “Al operar en el lenguaje, cambia también nuestra fisiología; por eso nos podemos herir o acariciar con las palabras”.

Aunque no se tenga noticia de la fértil producción de este estudioso - a quien recomendamos leer-, cualquier persona puede constatar que no sólo construimos el mundo con acciones; es más, con demasiada frecuencia el accionar resulta incomprensible si no han mediado las palabras. E incluso, detengámonos a considerar que los actos de habla son también acciones. 

Por otro lado, anticipemos que tampoco se trata de una práctica artística de lenguaje, sino de aquel que nos permita comunicarnos, porque básicamente, y antes que razonantes, somos seres emocionales. 


Pero, si así fuera propuesto para interactuar en el Coaching, bienvenido será su deseo, ya que también la Escritura con finalidad artística es promotora de una autorevelación, espejo involuntario de nuestras creencias, búsquedas, necesidades, sensibilidad, subjetividad, en definitiva. 

Dice el poeta Fernando Pessoa“Me siento múltiple. Soy como una habitación con innumerables espejos fantásticos que distorsionan en reflejos falsos una única realidad”.

Compartimos entonces esa verdad personal  agregando que, a la Palabra, desnuda o disfrazada, le está vedado el engaño, aunque esté tan discutida su capacidad de traducir fielmente lo que sentimos o pensamos. Insuficiente o desgastada sí, pero es el único indicio de expresión de nuestro mundo interior.


Son muchas las personas que, así como descalifican las Artes por fantasiosas, desacreditan también otras formas simbólicas de comunicación, por ejemplo, las esotéricas -astrología, tarot, quiromancia, ... olvidando que, en un momento de la evolución colectiva o individual, nosotros, los emocionales, necesitamos transformar el caos de las percepciones y del magma inconsciente en imágenes de potencial interpretación por la palabra. “Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad”, sostenía Carl Gustav Jung.

Por eso invirtió muchos desvelos el psicólogo Daniel Goleman en convencer acerca de que la eficacia de nuestra Inteligencia Emocional es una competencia mucho más decisiva que la del clásico coeficiente intelectual: “La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades –o de oportunidades– a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida. (...) En el mejor de los casos, el CI parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito. (...) El hecho de que el cerebro pensante surgiera del emocional, es muy revelador (...) Todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución.”

De ahí que deberíamos considerar también la Programación Neurolingüística o PNL como instrumento a incluir en el guion del Coaching que en conjunto elaboremos, pues su aporte resulta ineludible en la optimización de las habilidades de comunicación, de pensamiento, actuación y sentimiento. Hasta ha dejado de ser una novedad su aplicación en el ámbito empresarial, inclusive.



“Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho”, sentenciaba Sófocles. 

Si en esa posición se hallan, les invitamos a incorporarse de ese lecho, a dar ese salto cualitativo acercándose a 
Hilo de Seda _ Coaching Emocional, para comenzar a convertir los duelos en goce.





Agradecemos solicitar una entrevista a 
por WhatsApp al 097 499 707 
o por el 2 484 07 97 (de lunes a sábados de 10.00 a 16.00 horas).



Insólita materia para la trazabilidad de un Coaching.

Aunque no sea participar en  un libro. Éstos y otros casos han sido insólitos, porque generalmente un  proceso...